Rápido viento que pasas
inclinando la marea;
haces volar la hojarasca,
tembletear la pradera…
Hasta reavivas las ascuas
que arden en la chimenea,
y giras de forma airada
a la veleta altanera.
Disuelves la polvareda
sobre el jardín de mi casa,
y en mi habitación te cuelas
revolviendo entre las sábanas.
Un silbido resquebraja
las cuerdas de tu garganta
en donde hilvanan sus hilos
las costureras arañas.
Aire de olor ambarino,
aire de arena africana
que a los olmos del camino
troncha y desnuda las ramas.
Que retiras los cabellos
adheridos a mi cara,
y me estremeces el cuerpo
cuando a mi talle te agarras.
Mi corazón encarneces,
volatilizas mis lágrimas
que velan cuando anoche,
duermen al volver el alba
esperando que regrese
el que me hurtó la esperanza
de mi cuerpo adolescente
con la inocencia en el alma.
Llevas residuos de besos,
promesas no consumadas,
amores de sino adverso,
incomprendidas palabras
con decisivos secretos
que toda una vida cambian.
Aire errabundo, vahído,
saltando sobre las tapias,
que acerca el temible aullido
del lobo por las cañadas.
Despejas del alto cielo
los nubarrones que tapan
la clara luz del Lucero
-escolta de la mañana-
que viene abriendo sendero
tras las curvadas montañas.
Aire de otoño engastado
en una neblina espesa
que lleva como aliados
al rayo de la tormenta,
las flores del descampado,
que mece con sutileza,
y una amalgama de barro
formada por lluvia fresca.
Cruzas las calles desiertas,
respingas en los tejados,
cierras de golpe las puertas
que te encuentras a tu paso,
y desprendes de la cuerda
los trapos más oreados.
Nadie a voluntad te abraza;
¡tú nos tomas a la fuerza!,
y nuestro aliento desgranas
como la piña o la avena.
Siempre travieso, empeñado,
en caminar adelante
doblegando al ciudadano
ante tu imperial talante.
Libre sí…, pero sin ganas,
hastiado de tu labor,
remontas y luego escampas.
Ávido y madrugador
comienzas cada jornada
soplando sin remisión.
Rápido viento que pasas
bramando cual toro bravo,
mi templanza desmigajas,
arrices mis tibias manos
que espían tras la persiana
el revuelo de tu paso.
L | M | X | J | V | S | D |
---|---|---|---|---|---|---|
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 |
8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 |
15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 |
22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 |
29 | 30 | 31 |